Black is King: resignificando a África a través del arte y la cultura

Resumen

Históricamente, las representaciones de África y la negritud en el imaginario occidental han sido moldeadas por visiones eurocéntricas que perpetúan estereotipos negativos, distorsionados y simplistas. Desde la época colonial, África ha sido retratada como un continente sin historia, cultura ni civilización, reducido a imágenes de salvajismo y subdesarrollo. Estas narrativas han sido reforzadas por discursos académicos, literarios y mediáticos, influyendo tanto en la percepción de las personas de ascendencia africana como en la forma en que se ven a sí mismas. Ante esto, este artículo analiza la película Black is King (2020) de Beyoncé como una poderosa herramienta de resignificación de la representación de África y su diáspora. La obra ofrece una nueva narrativa que celebra la ancestralidad, la cultura y la estética africana, contrastando con los estereotipos negativos y las imágenes subalternas históricamente construidas por el colonialismo y perpetuadas en los medios occidentales. Desde un enfoque interdisciplinario, el estudio explora cómo la productora del filme reconstruye la identidad africana a través de símbolos visuales y musicales que exaltan la belleza, el poder y la diversidad del continente. La metodología utilizada fue la investigación bibliográfica, basada en la literatura existente sobre el tema. Entre los autores de referencia se encuentran Sílvio de Almeida (2019), Gilberto Freyre (2006), Stuart Hall (1997), Sérgio Buarque de Holanda (1995) y Pierre Verger (1985), entre otros. Así, este artículo evidencia cómo Black is King desafía las narrativas coloniales y eurocéntricas al proponer una reconexión con la identidad africana, utilizando el arte como un medio de reconstrucción y valorización del legado cultural.